¡Hola compañeros!
Como ya sabéis, ayer algunos del equipo estuvimos competiendo en el triatlón de Sant Cyprien. En concreto en la modalidad Decouvert (menos distancia que un sprint) estaban: Anne que volvía a competir (¡muchas felicidades!) i Laura, muy valiente, que debutaba. En la modalidad Courte Distance (para nosotros olímpico) estábamos: David, Sergi, Xavi, Toni, Marisol y yo.
En principio, lo que tenía que ser un triatlón fácil, ya que el circuito de bici y correr eran totalmente planos, se convirtió en un auténtico infierno. Eso sin contar el agua, que casi me ahogo, junto con Marisol.
Cuando llegamos sobre las 12, ya vimos que el mar estaba picado y empezaba a hacer un poco de aire. Cuando dieron la salida del Decouvert, la cosa ya pintaba mal y a las 2 ya era un escándalo. Era día de bandera roja. A mi me recordó cuando era pequeña y mi madre me prohibía bañarme con esas olas…
Pero que vas a hacer, ya estas ahí, pues nada a nadar. El circuito de agua lo recortaron a 1000 metros, pero claro los que no nadamos bien seguramente acabamos haciendo 1500 (eso creemos Marisol y yo). Mientras nadaba, me acordé de Ezequiel y lo mucho que machaca la técnica, pero ayer lo único que podías hacer era flotar, pelearte con las boyas, con la corriente y mirar de salir del agua lo antes posible. Eran 2 vueltas, así que nos tocó salir a la playa (ostia había gente que salía 2 km. más lejos de lo que tocaba) y volver a entrar. Yo antes de entrar la segunda vez me miré el mar y pensé, se supone que es un hoby y no veas…
Bueno finalmente conseguí salir del agua y pensé, vamos a recuperar un poquito en bici. Eran tres vueltas de 12 Km, sin un repechón, pero claro la sorpresa fue el aire. Pero que manera de soplar la tramontana, eso no es normal. Había momentos que salía más a cuenta bajar de la bici y andar que intentar avanzar, pero bueno apreté lo que pude y terminé las tres vueltas. Ya por esa alturas, esta vez ni los clásicos me vinieron a la cabeza (que hago aquí…), sencillamente estaba intentando entender que pasaba, porque aquello no era normal.
Acabo la bici, y venga a correr que solo faltan 10 km. Aquí ya fue el remate. El circuito era por el paseo marítimo y aquello era una auténtica tormenta de arena. Soplaba tan fuerte que costaba mucho correr e incluso la arena se metía por todos sitios, y cuando digo todos no exagero. Hacia daño cuando golpeaba en el cuerpo. Hasta el km.4 iba bien, pero a partir de allí me vino un bajón del cual ya no me pude recuperar. Suerte que todos los del club me iban animando y eso se agradece un montón. Eso si, la cabeza fue clave para terminar el triatlón, ya que físicamente estaba al límite.
Al final, a pesar de la dureza una vez me tomé un refresco y me senté un rato pude recuperarme más o menos. Luego nos fuimos a cenar los del club, en horario europeo, es decir 7 de la tarde (pasta y pizzas).
Lo único peor que podía pasar ayer eran esas condiciones con más distancia, porque entonces si que ya puede ser la ostia.
Al final pero, he de decir que es un triatlón que vale la pena, está muy bien organizado, pero en condiciones normales. Como siempre, nos trataron muy bien y el avituallamiento genial.
Hoy levantarme ha sido toda una odisea. Suerte que en el trabajo, tenía que patear arriba y abajo de Gavà, porque yo creo que si llego a sentarme me duermo allí mismo.
Como siempre a pesar de la dureza, ya estoy pensando en el próximo.
1 comentario:
Es que no sabeis elegir las pruebas, ...mira lo morenito que vine yo de LZ. Enhorabuena! estais hechos unos jabatos.
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